Lo peor de las vacaciones, sin duda, es que se acaban. Estas palabras me las dijo Julio Castelló y lleva más razón que un santo; sin lugar a dudas.
Lo mejor: Chipiona. Su tranquilidad; su buena gente; su mar; su playa de Regla, tan bonita y tan entrañable; el dormir con ese cansancio sano... ¡Tantas cosas! Hasta el año que viene si Dios quiere bonita. ¡Te echaré de menos! Y siempre te recordaré con una sonrisa en los labios.
Lo peor de todo: no disfrutar las vacaciones adecuadamente y estar arrepentido, o simplemente que te hubiese gustado que las cosas fueran de otra manera. Aunque algunas veces no depende todo de ti.