miércoles, 22 de agosto de 2007

Globos de colores

Hoy me he vuelto loca con la impresora-éscaner que me he comprado. ¡No conseguía que pasara los textos a una versión editable! Y, en parte, la he comprado por eso; ya que puede servirme en mi día a día como profe.
Reconozco que me vuelvo un poco histérica cuando no me salen las cosas a la primera, e insisto e insisto hasta que lo consigo. En este caso, me he dicho: «No puede ser tan complicado, seguro que es una tontería.» Así que le he dado una vuelta más a las instrucciones, que, como siempre, están escritas fatal. Me he dado cuenta que había que instalar una cosita... Me pregunto: «¿Por qué narices no se instalará desde el principio?» El caso es hacer las cosas complicadas. El Cd de instalación de la «cosita» tenía una foto parecida de globos de colores; un símil del sentimiento que me embargaba en ese momento. Una explosión de felicidad por obtener lo que quería. ¿Cómo somos verdad? En el fondo, es un ejemplo tonto de alguien que se pelea con la informática; pero al fin y al cabo es un ejemplo de como soy con todo: testaruda y obstinada. No paro hasta que lo consigo o..., me doy el batacazo. A veces freno antes; pero son las menos.
En fin, que hoy me acuesto contenta porque he pasado a word un texto y, además, he escrito una entrada a mi blog.

sábado, 18 de agosto de 2007

Unforgettable




Hoy ha sido un día inolvidable. Lo he pasado con mi amiga Almu en la piscina de su urbanización, comiendo juntas y escuchando música. Entre las canciones estaba la que da nombre a este post, «Unforgettable», de Natalie&Nat King Cole. Al oírla «todo se ha llenado de música» (como diría Almu) y se ha quedado grabada en mi alma. Gracias y recuerda:

Thats why, darling, it´s incredible
that someone so unforgettable.
thinks that I am unforgettable, too.

martes, 14 de agosto de 2007

Mi amiga Susana















Seguro que se pone de los «nervios» cuando vea su nombre en la cabecera de este post de mi blog. Pero también sé que le encantará la exquisita redacción de mi texto con sus cursivas en los anglicismos y demás. ;)
Nos conocimos en la universidad: charlas interminables; Carmen Martín Gaite; Galdós; Caudet (nuestro profe favorito); Rey Hazas (otro profe más); lloreras por novios insufribles... Y ella siempre con su amor por la palabra bien dicha; la investigación más escrupulosa de cualquier dije o direte y esa manera de sentir tan preciosa que aún me emociona al recordarla. (Y me pregunto, ¿será un laísmo? En parte, gracias a ella.) El año pasado se «me» casó y todavía oigo a mi novio diciéndome en la ceremonia cómo me estaba emocionando.
Ayer recibí una llamada suya y me recordó, como siempre, quien soy y lo que es ella; y, una vez más, doy gracias a Dios por haberla conocido, tenerla como amiga y «barruntar» juntas (esta palabra la aprendí de ella) de todo y todos.

lunes, 13 de agosto de 2007

Mis días con «Sexo en Nueva York»



Aquí está el texto que prometí. Lo escribí en el verano de 2005:


Eran los días de «Sexo en Nueva York». Llegar a casa, ducharse, arreglarse el pelo y echarse cremas hidratantes para cuidar la piel seca del verano. Después, como un ritual, la limpieza del rostro: desmaquillar, enjabonar, exfoliar e hidratar la piel de la cara. No había ideas obsesivas que pudieran enturbiar mi actividad veraniega diaria. Si estaban no podían conmigo: tenía cosas inmediatas en las que pensar. Cosas agradables y refrescantes, y las que no eran así, en un verano caluroso, formaban parte de mí cotidianeidad. Fueron y son un pack: «Sexo en Nueva York», mi coqueteo y cuidado, y por supuesto, mi trabajo de profesora de Lengua y literatura españolas. Era feliz. Estaba tranquila.
Por la noche, casi siempre había una sesión de «Sexo en Nueva York» en la que devoraba imágenes, diálogos, situaciones, estilismos y el Nueva York de la serie. Sin duda, un antes y un después en mí tras cada capítulo; un antes y un después en mí al acabar de ver toda la serie. Cuatro mujeres, muy distintas cada una de ellas, pero tan iguales a cada una de nosotras. Cuatro amigas que viven su vida compartiendo lo que son, creciendo juntas, emocionándose juntas; sintiendo, haciendo y pensando lo que cada de una nosotras siente, hace y piensa; en ocasiones avergonzadas o creyendo ser las únicas. Y ese es el misterio de la serie: que a quien le ha enganchado ha hecho reír; ruborizarse; descansar de tanta ruleta del pensamiento; llorar; emocionarse; soñar y hasta aprender a ser un poquito más mujer, más femenina, más hermosa, por dentro y fuera.
Eran los días de «Sexo en Nueva York».

viernes, 10 de agosto de 2007

¿No os parece maravillosa?















Me lo parece.

Aquí está firmando fotos de su línea de ropa, Bitten, que sólo se vende de momento en los Estados Unidos bajo la firma de Steve&Barry´s. ¡Ójala la firma llegase a Europa! (Como en su momento lo hizo JLo. ) La ropa cuesta por debajo de los 20 $ (unos 14 €) y, aunque ha sido criticada porque se esperaba el glamour de Sexo en Nueva York, me parece muy ponible, muy de las chicas de hoy. De hecho ella dice: «Las mujeres tendrían que poder llevar ropa estupenda y no tumbarse por la noche en la cama llorando por todo el dinero que se han gastado.» Y ese ha sido el motivo principal de SJP a la hora de diseñar la ropa. ¡Me encanta! De hecho, cambió mi vida ver la serie. Espero un día encontrar el texto que escribí y publicarlo en el blog.


Ciudad expectante


Madrid en agosto se convierte en una ciudad silenciosa. Tras el bullicio anterior todo queda en un maravilloso vacío; un vacío expectante. Parece que la ciudad descansa y pide que se la contemple. Está, indudablemente, tranquila. Como un reflejo de mi alma, en estos momentos.

sábado, 4 de agosto de 2007

Fly me to the moon


Hace tanto, tantísimo calor que sólo se me ocurre que ...


«Fly me to the moon,

and let me play among the stars.

Let me see what spring is like on Jupiter and Mars.

In other words, hold my hand!.»

Sinatra

viernes, 3 de agosto de 2007

Agosto

Hoy estoy algo nostálgica y melancólica. Hasta con una pizquita de angustia. Puede que tenga que ver con el masaje que me di ayer (las 48 horas después suele suceder, el cuerpo responde); pero de vez en cuando, aunque sea muy de vez en cuando, me he dado cuenta que son buenos para mí. Me lo quitaré de otras cosas, pero son importantes. Aunque en primer lugar siempre estará la natación; me libera, me desestresa; pese a que en ocasiones vaya renegando o agotada.
Ha pasado el mes de julio, como quien dice, en volandas y dentro de nada agosto. Hay que ser positivos y aprovechar este mes a tope. Y en septiembre, vuelta al cole... A dar mis clases. Sí, sí, totalmente en serio. Pero con ilusión ya que este año hay novedades, tan ansiadas por mí. Veremos qué caritas tengo este año. Mis alumnos.

jueves, 2 de agosto de 2007

Chance Eau Fraîche



Descubrí esta fragancia en el Espacio de Belleza de Chanel del ECI de Serrano. LLego casi sin avisar, aunque si recuerdo que la había olido un día en una revista de moda (ni por asomo se parecía a lo que luego es, supongo por la mezcla del olor a papel). Me ofrecieron darme un masaje de manos (delicioso) y la chica que me lo hizo olía a Chance Eau Fraîche. Le pregunté por él y me echo un poquito en el brazo. Me dio un montón de muestrecitas, unas tres o cuatro, y al salir de allí, después de un rato; no me pude resistir y lo compré, el pequeño. Uno de mis regalos vacacionales.

Una vez en casa fui percibiendo los distintas notas y mmm... Es una fragancia sofisticada, elegante y muy femenina. Y ¡fresca! No muy, muy fresca; pero con un toque de frescura. Cosa que en Chanel me parecía imposible; aunque tengo que conocer más la firma.

Mi primera fragancia Chanel.

Continuación de «Lovely Chance»

Y..., no olvidar ese lovely chance tan especial que me espera. Respirar.

Un verano repleto de un «Lovely Chance»

Empecé mis vacaciones como quien sale de un maremoto: expulsión a la tierra. Tras un año de frenético y solitario trabajo; llegaba el parón. Un parón con un montón de ilusiones que nacen todos los días y que hay que materializar sin falta.
Poco a poco iré contando. Por un lado, mi descubrimiento de la firma Chanel; mi descubrimiento, también, de la firma Bitten de SJP, mi redescubrimiento de un Saramago un tanto galdosiano e instrospectivo en El hombre duplicado; mi nueva serie: Cinco hermanos; las risas y sentirme una princesa en la playa... No es poco.