martes, 14 de agosto de 2007

Mi amiga Susana















Seguro que se pone de los «nervios» cuando vea su nombre en la cabecera de este post de mi blog. Pero también sé que le encantará la exquisita redacción de mi texto con sus cursivas en los anglicismos y demás. ;)
Nos conocimos en la universidad: charlas interminables; Carmen Martín Gaite; Galdós; Caudet (nuestro profe favorito); Rey Hazas (otro profe más); lloreras por novios insufribles... Y ella siempre con su amor por la palabra bien dicha; la investigación más escrupulosa de cualquier dije o direte y esa manera de sentir tan preciosa que aún me emociona al recordarla. (Y me pregunto, ¿será un laísmo? En parte, gracias a ella.) El año pasado se «me» casó y todavía oigo a mi novio diciéndome en la ceremonia cómo me estaba emocionando.
Ayer recibí una llamada suya y me recordó, como siempre, quien soy y lo que es ella; y, una vez más, doy gracias a Dios por haberla conocido, tenerla como amiga y «barruntar» juntas (esta palabra la aprendí de ella) de todo y todos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Querida "bolita"... Heme aquí, con la lágrima contenida como si fuese un dibujo japonés, que no sé qué decir ni cómo agradecer (ni a quién), la amistad tan grande que me "has regalado". Me siento afortunada por haberte conocido. Una vez más, y aunque la distancia y la vida no nos permita ya charlar con un café caliente en la mesa mientras se enfría (¡qué rarezas!, ¿verdad?)quiero decirte que ERES UNA BUENA AMIGA.